Cuando se pierde uno o varios dientes se puede solventar con un puente, que es una prótesis fija sobre dientes naturales, los cuales son tallados para ajustar la fijación, siempre que el tramo sin dientes sea pequeño, pero, para evitar tallado en dientes naturales, es preferible colocar implantes y sobre ellos el puente.
Cuando los huecos son grandes y se desaconseje la colocación de un puente, habrá que elegir entre una prótesis removible con ganchos, retenedores e incluso paladar, o bien optar por la colocación de varios implantes para soportar los puentes.
Hoy en día la mejor opción en todos los aspectos es la colocación de implantes, puesto que todo está tan protocolizado que habitualmente se realizan sin apenas molestias.
En la mayoría de ocasiones la anestesia es local. En el postoperatorio se puede presentar molestias ligeras una vez finalizado el efecto de la anestesia, y ocasionalmente molestias algo más intensas, también 24 horas después de la intervención se puede inflamar la zona y salir un hematoma siendo reacciones totalmente normales en un proceso como el que se está realizando.
Si se sigue correctamente las indicaciones de su implantólogo, se evitará de manera considerable las molestias y demás reacciones después de la colocación del implante.
Actualmente están fabricados preferentemente de titanio químicamente puro y actúan como sustitutos de las raíces dentales.
Tras su colocación dentro del maxilar o de la mandíbula sirven para que, una vez que estén osteointegrados, den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos.
Cada implante se asienta la corona o prótesis dental y estos son capaces de integrarse de forma sana y totalmente natural con el resto de tejidos de la boca.
Los implantes se utilizan cuando se quiere reponer de forma estable dientes perdidos, sin comprometer ninguna otra pieza de su boca, ganando en calidad, salud y estética.
También se utilizan para obtener un anclaje para prótesis dentales móviles ganando en estabilidad, confort y seguridad.
Otro punto importante es conseguir que el hueso de los maxilares no pierda volumen y mantenga su función, evitando así aspectos envejecidos por pliegues y arrugas.
Los cuidados de los implantes vienen a ser los mismo que el resto de la boca, la permanencia de estos depende de la fisiología del paciente y los cuidados de los mismos.