Durante el embarazo, hay más sangre circulando por el cuerpo, más ácido en la boca y aumentan los niveles hormonales, lo que puede producir más problemas dentales de lo habitual. Algunos de estos problemas pueden ser:
– Al existir un exceso de ácido en la boca durante el embarazo, es más probable tener caries.
– Encías enrojecidas, inflamadas o dolorosas, pudiendo llegar a sangrar durante el cepillado debido al alto nivel hormonal.
– Cuando se tiene un exceso de placa, se pueden producir bultitos entre los dientes, que, por norma general, desaparecen después del embarazo, pero es importante controlarlos.
– Los niveles elevados de las hormonas y progesterona pueden afectar a los tejidos y huesos que mantienen a los dientes en su lugar. Eso puede aflojar los dientes y tener la sensación de dientes flojos.
Todos estos problemas se pueden prevenir con una alimentación equilibrada, cepillado 3 veces al día y al menos una visita al dentista (preferentemente en el segundo semestre) durante el embarazo.
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